domingo, 14 de abril de 2013

EL FASCISMO ITALIANO. LA QUIEBRA DE LA DEMOCRACIA.

2.- LA QUIEBRA DE LA DEMOCRACIA.
         La opción fascismo-antifascismo llegó a ser la principal línea de división entre los partidos políticos, los Estados y los propios ciudadanos.
2.1.- Principales rasgos del fascismo
  • Es una ideología de carácter antiparlamentario que nace en Italia y se desarrolla también en Alemania.
  • El término tuvo su origen en la organización creada por Mussolini (Fasci Italiani de Combattimento).
  • Fue la respuesta del extremismo conservador y nacionalista ante el ascenso de la izquierda revolucionaria.
  • El fascismo se basa en 4 principios:
    • Nacionalismo radical, que se basa en la revancha de los “vencidos” o los decepcionados por no lograr sus objetivos (caso de Italia). De aquí se pasa fácilmente al imperialismo, a las reivindicaciones territoriales y a una política agresiva y militarista.
    • El fascismo es antiparlamentario y antiliberal, promueve la división de los ciudadanos, debilitando al país. Fomenta la sumisión del individuo y la negación de las libertades individuales.
    • Estado fuerte y único: los individuos deben estar sometidos al gobierno, y debe ser dirigido por una élite, minoría selecta de ciudadanos (lo que confirmaría la desigualdad entre ellos)
    • Justificación del racismo: si no todos somos iguales, podemos justificar las diferencias, así se puede demostrar según ellos la existencia de seres superiores e inferiores.
    • Desconfianza en la razón y la intelectualidad, apelando al sentimiento y al fanatismo de los pueblos. Muestra ciertas preocupaciones sociales y sus dirigentes procedían de las clases populares al igual que sus militantes.
    • Partido único y subordinación de los individuos al Estado.
    • Liderazgo absoluto del Jefe. La nación debía poner su destino en manos de un jefe que reuniera todos los poderes. Este liderazgo se ayuda del culto a la personalidad del mismo, que se afianza con la propaganda y la prohibición de cualquier crítica.
2.2.- Italia tras la Gran Guerra.
  • Salió defraudada, sus esperanzas de expansión territoriales no fueron satisfechas a pesar de las promesas. La población se sintió decepcionada ya que no se compensaban sus pérdidas humanas y materiales, lo que conlleva a una crisis moral.
  • A esto se une una grave situación política, económica y social, que conlleva críticas a la democracia. Los gobiernos no eran capaces de solucionar los problemas: pérdida de poder adquisitivo salarial, aumento del paro, etc., lo llevaron a las protestas  del 19 y el 20. La tensión fue en aumento, provocando enfrentamientos entre obreros y policía que acabaron con centenares de muertos.
  • En 1919 surge, de la mano de Benito Mussolini los “Fasci Italiani di Combattimento” también llamados los “camisas negras”. Su ideología era una mezcla de progresismo social, expansión territorial y militarismo.
    • Al principio tenían pocos adeptos pero sus militantes “los escuadristas”  eran muy  activos en los enfrentamientos y atacaban a huelguistas, manifestantes y sedes sindicales y políticas de izquierda.
    • El miedo al contagio revolucionario ruso, hizo pensar al gobierno que los escuadristas podían ser un instrumento para frenar el movimiento obrero y restaurar el orden público.
    • En el 21 los fascios se convierten en Partido Nacional Fascista con un programa político extremista apoyado por la patronal y las clases medias.
2.3.- Mussolini accede al poder.
  • Apoyado por las clases poderosas, Mussolini lleva a cabo su asalto al poder mediante la Marcha sobre Roma de sus militantes en octubre de 1922. La excusa fue que consideraban que el gobierno era incapaz de asegurar el orden  que era necesario regenerar la política.
  • El gobierno italiano intenta frenar a los fascistas, pero fue desautorizado por el rey Víctor Manuel III. De esta forma, el gobierno dimite y el rey nombra a Mussolini Primer ministro.
  • Hasta 1924 Mussolini mantiene la legalidad democrática mientras iba trasformando el Estado democrático en una dictadura: logró plenos poderes del Parlamento convocando nuevas elecciones en las que obtiene el 65% de los votos. Las denuncias de falseamiento llevaron al asesinato del diputado Matteotti.
  • Las fuerzas de izquierda también protestan, pero nuevamente el rey apoya a Mussolini. Éste para demostrar su autoridad inicia un proceso que acaba en dictadura 1926: los partidos políticos fueron abolidos, la prensa sometida a una férrea censura y los enemigos políticos perseguidos.
  • Así según Mussolini se llegó al Estado Fascista al que definió como un estado totalitario ya que era “de todos y para todos” y pretendía ser una 3º vía entre el liberalismo y el  marxismo.
  • “Resucitó” la grandeza del pasado clásico, el Imperio Romano, concentró todo el poder de forma absoluta haciéndose llamar “El Duce” (El jefe) (“El duce siempre tiene la razón”)
  • Las organizaciones fascistas sustituyen a los organismos estatales, controlando la administración y eliminando a posibles disidentes. Partido Fascista y Estado se confundían.
  • Se lleva a cabo una intensa propaganda que junto con el control de la educación, se encargarán de introducir los ideales fascistas en la juventud. La población queda encuadrada en diferentes organizaciones: deportivas, juveniles, de ocio, etc. Los disidentes sufren la persecución política y acabaron en prisión, en el exilio o desterrados a regiones remotas.

2.4.- La obra del Fascismo.
  • Busca la aceptación del pueblo mediante medidas de amplio consenso popular. Quiere realizar una gestión eficaz que demostrara mejoras económicas.
  • Para ello realiza grandes obras públicas* para recuperar la grandeza del país. También fomentó la industria con medidas proteccionistas y con la autarquía o desarrollo de la producción propia. (autoabastecimiento de la nación). No obstante el nivel de vida bajo y aumentó el paro.
  • En el terreno social, lleva a cabo el corporativismo, una doctrina teórica de acuerdos entre patronos y obreros. El Estado sería el árbitro de las disputas, para evitar los enfrentamientos. En la práctica privó a la clase obrera de la acción sindical. No obstante, aplicó medidas para “contentar” a los trabajadores como la seguridad social, las vacaciones laborales y las organizaciones dedicadas a las actividades de ocio.
  • También se atrajo a la Iglesia firmando los Tratados de Letrán con la Santa Sede en 1929 (poniendo fin a los desacuerdos entre ambos Estados desde la reunificación italiana). Así se reconoce la soberanía del Papa en el nuevo Estado del Vaticano (un barrio de Roma), se compensa económicamente a la Iglesia y se le reconoce un papel destacado en la educación*.
  • A mitad de los treinta, el fascismo italiano estaba plenamente asentado y Mussolini era reconocido por muchos países. Pero la debilidad económica italiana se mantuvo: Italia era un país atrasado y de escaso desarrollo económico.

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