domingo, 24 de marzo de 2013

F.D. ROOSEVELT Y EL NEW DEAL




Las disposiciones que implementó durante los primeros cien días de su mandato tuvieron continuidad a lo largo de varios años y recibieron el nombre de “New Deal” ("Nuevo trato o nuevo reparto").
“Este es inexorablemente el momento de decir la verdad, toda la verdad, con franqueza y atrevimiento. Debemos actuar rápidamente; utilizaré el Congreso como el último recurso para combatir la crisis, con un poder ejecutivo amplio para librar una batalla contra el estado de emergencia, con un poder tan grande como el que me sería conferido si de hecho fuésemos invadidos por un país extranjero.”
F. D. Roosevelt. Discurso de toma de posesión de la presidencia. 1933.
Las actuaciones se encaminaron a poner fin a la postración de los más de 12 millones de parados estadounidenses. Para ello consideró prioritario fomentar la demanda e incrementar el consumo como medios para reactivar la producción
“Nuestra más ardua tarea, la primera, es hacer que el pueblo vuelva al trabajo. No es un problema insoluble si nos enfrentamos a él con prudencia y valentía. Puede realizarse, en parte, mediante la contratación directa por parte del gobierno, actuando como en un caso de guerra pero, al mismo tiempo llevando a cabo los trabajos más necesarios, a partir de estas personas contratadas, para estimular y reorganizar la utilización de nuestros recursos naturales.”

Discurso de toma de posesión de F. D. Roosevelt. Marzo de 1933.

LA BÚSQUEDA DE SOLUCIONES

5.- LA BÚSQUEDA DE SOLUCIONES.
         5.1.- Las soluciones clásicas de la crisis
·         La evolución del capitalismo nunca había sido uniforme: los ciclos de expansión y depresión se conocían desde el XIX
·         La novedad de la crisis del 29 fue su duración y profundidad: el capitalismo vio tambalearse sus cimientos y parecía que no era posible la recuperación.
·         Para los economistas liberales, las crisis eran desajustes pasajeros, por el exceso de inversiones, la debilidad del mercado y la acumulación de stocks. El sistema disponía (aparentemente) de mecanismos correctores que garantizaban la vuelta al sistema. Las empresas más débiles desaparecían mientras que las que superaban la crisis, se lanzaban a una nueva  etapa de expansión
·         Por otro lado la política estatal ante la crisis era la deflación: fomentar la reducción salarial, equilibrar el presupuesto del Estado y defender el valor de la moneda.
5.2.-  El fracaso de las medidas tradicionales
·         Las primeras medidas fueron la deflación, pero el proteccionismo comercial y las devaluaciones hicieron inútiles estas medidas. No obstante como todos los países creían que sería otra “crisis” más, no se tomaron medidas nuevas.
·         Sin embargo las políticas deflacionistas tuvieron graves consecuencias:
o   En Alemania el ascenso del partido nazi y el triunfo de Hitler
o   En EEUU la caída del presidente y la elección de un Demócrata F.D. Roosevelt.
5.3.- El New Deal.
·         La primera política verdaderamente “anticrisis” fue la realizada por EEUU de la mano del Presidente Roosevelt, el New Deal (nuevo reparto o nuevo pacto)
·         De ideas progresistas Roosevelt fue uno de los presidentes más populares y fue reelegido 4 veces. Su mayor éxito, fue devolver la confianza al pueblo americano a través de novedosas medidas de recuperación.
·         Sus medidas eran de carácter económico y social y buscaban relanzar la producción y reanimar la demanda.
·         Eran medidas tomadas por el Estado, apartándose en este caso EEUU de las tradición liberal económica:
o   Para ello consideró prioritario fomentar la demanda e incrementar el consumo como medios para reactivar la producción
o   Se potenció un mayor control del Estado sobre los bancos
o   Se promulgó una ley con el fin de proteger a los inversores de posibles fraudes.
El dólar fue devaluado
o   Se potenció las subvenciones a la industria con el objetivo de estimular su recuperación. Se pusieron en funcionamiento gigantescos proyectos de obras públicas (carreteras, pantanos, etc.)
o   se buscó la recuperación del campo, siendo objetivo primordial la disminución de la producción. Esa reducción se consiguió a cambio de una indemnización recibida por los agricultores. El resultado que se obtuvo de la disminución de las cosechas fue la subida de los precios.
o   se regularon las relaciones entre patronos y obreros, reglamentando un salario mínimo y la jornada horaria máxima.
o   Se impulsó una legislación destinada a corregir las desigualdades sociales más flagrantes del capitalismo.  se creó el primer sistema federal de seguro de desempleo y de pensiones.
·         Consecuencias del New Deal
o   Aunque mejora la productividad no llegó a superar los niveles del 29
o   Consiguió superar en parte los dramas sociales surgidos en la Gran Depresión
o   El final de la crisis en EEUU llegó con la II Guerra mundial y el relanzamiento de la demanda debido al conflicto.

LAS CONSECUENCIAS DE LA CRISIS. LA GRAN DEPRESIÓN

4.- LAS CONSECUENCIAS DE LA CRISIS: LA GRAN DEPRESIÓN.
         4.1.- El hundimiento de los sectores económicos.
·         La industria fue uno de los sectores más afectados, la producción industrial descendió casi un 40% (junio 29-julio 32). Los más afectados fueron la siderurgia, la fabricación de bienes no consumo no básicos (automóvil)
·         En la agricultura, cayó la producción y se hundieron totalmente los precios, unido al un descenso de la demanda.  La reducción del poder adquisitivo de la población se manifestó en un descenso del consumo, incluso de productos alimentarios. (los campesinos desesperados destruían sus cosechas, hecho que contrastaba con la miseria alimentaria que se vivía en las ciudades)
4.2.- Consecuencias sociales y políticas.
·         La envergadura de la crisis la llevó a convertirse en una crisis global que afectó con igual profundidad a la sociedad y la política.
·         En la sociedad:
o   Incremento del paro, unido a una falta de sistemas de protección social
o   El desempleo prolongado sumía a las familias en la miseria: la mendicidad, los asilos nocturnos, los comedores de caridad se multiplicaban en un país que estaba acostumbrado a la abundancia.
o   El contraste entre pobre y ricos se hizo cada vez mayor, también entre los que tenían trabajo y los que no. Era complicado entender que se destruyeran cosechas cuando se pasaba hambre.
o   La sensación de injusticia aumentaba al percibir que había sectores sociales sin demasiados “problemas” debido a la crisis: los funcionarios con trabajo fijo, los ahorradores cuyo dinero crecía ante la bajada de los precios, los jubilados con retribuciones aseguradas, etc.
o   La crisis afectaba más a los sectores activos y emprendedores y menos en los más pasivos.
·         En la política:
o   Las primeras medidas tomadas por los diferentes gobiernos fueron un fracaso, lo que acentuó el descontento popular.
o   Las ideologías antiliberales y anticapitalistas se extendieron:
§  Por la izquierda, el socialismo y el comunismo
§  Por la derecha, las tendencias autoritarias sobre todo los fascismos.
§  Los grupos extremistas reclutaban a sus seguidores entre las víctimas de la depresión, aunque también hubo intelectuales que se adhirieron a estas posturas.
o   El balance político fue negativo para los parlamentarismos, ya que creció el autoritarismo no solo en Europa sino en países latinoamericanos.
o   También creció el fascismo, como una de las formas más brutales de dictadura.
o   Como intento de freno a estas tendencias, los grupos de izquierda se comprometieron con los poderes establecidos y constituyeron los llamados Frentes Populares.
4.3. Las primeras medidas frente a la crisis.
·         Todos los países pensaron que iba a ser una crisis corta: las primeras medidas fueron protección del mercado y facilitar trabajo e ingresos al pueblo.
·         Sin embargo, todos los países, ante la magnitud de la crisis, recurrieron al proteccionismo (defender la producción propia frente a la competencia externa)
·         EEUU adopta el arancel Hawley-Smoot (Lo destacable de esta norma fue el notable aumento de los aranceles fijados y su extensión a cerca de 20,000 productos importados, lo cual causó un fuerte impacto en el comercio internacional de la época.)  le sigue el Reino Unido, histórica defensora del libre comercio, y así todos los países. Lo que provocó fue la profundización y que la crisis se alargara más.
·         También en consonancia con las medidas proteccionistas, se crearon zonas monetarias separadas, que aumentó la inestabilidad de los cambios y dificultó las transacciones entre los países, debido a las continuas devaluaciones monetarias

IMÁGENES: EL CRASH DE LA BOLSA DE NUEVA YORK



La caída de la bolsa en la prensa



Hombres-anuncio buscando trabajo


Familia americana viviendo en la calle




Colas de las oficinas de desempleo

http://www.upf.edu/materials/fhuma/hcu/docs/t4/art/art16.pdf

"Jueves negro":
el día en que sucumbió Wall Street
*
Hoy se cumple el quincuagésimo aniversario del "crac" de 1929
Alberto Valverde
El País
24/10/1979
Hoy se cumple el 50 aniversario del llamado jueves negro de Wall Street, aquel 24 de
octubre de 1929 que junto al martes siguiente, marcó el inicio de lo que se conoce como la
crisis del año 29. Si bien la gran depresión que luego siguió estaba ya implícita incluso en
los meses previos al también llamado octubre negro, el hundimiento global de la economía
mundial durante casi un quinquenio trae memorias frescas en otro mes de octubre,
cincuenta años después, cuando el mundo académico y económico se debate si estamos
ahora en una situación similar o completamente distinta. ‘El País’ presenta hoy, con un
artículo de Alberto Valverde, lo que fueron aquellas dos jornadas en la Bolsa neoyorquina.
Una serie de informaciones y opiniones de expertos sobre el llamado crac del 29, sus
causas y origen y sus consecuencias, se publicará en la edición del próximo domingo.
Era la época del vuelo en solitario de Lindbergh, de las ejecuciones de Sacco y Vanzetti,
de los dirigibles, de la estabilidad y prosperidad de los republicanos norteamericanos.
Eran también, en Europa, los tiempos de Mussolini, del nacimiento creciente de los
nazis y Adolfo Hitler, o del colapso de la
dictablanda de Primo de Rivera. Era, quizá, el
período intermedio entre dos grandes guerras, cuando el mundo, recuperado de la
primera, caminaba inevitablemente hacia la segunda con un exceso de producción
industrial y agrícola, un notable aumento del comercio mundial y una lucha larvada por
abrir no sólo mercados, sino fuentes de aprovisionamiento de materias primas.Pero si
hay algo que recordar en estas fechas de pesimismo sobre el estado de la economía
mundial ese algo es el
crash o crac, del año 1929 en la bolsa de Wall Street y de la
economía norteamericana, que, quizá demasiado bruscamente, acabó con el mito de la
prosperidad perpetua, con la confianza en el crecimiento sin límites ni barreras y con la
*
Fuente:
http://www.elpais.com/articulo/economia/ESTADOS_UNIDOS/BOLSA_DE_WALL_STREET/Jueves/negro/dia/suc
umbio/Wall/Street/elpepieco/19791024elpepieco_14/Tes?print=1
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firme creencia de que la ciencia era capaz de solventar por sí sola cualquier obstáculo
que surgiera en las metas y fines humanos.
Por eso, muchos recuerdan aquellos años con temor; otros, con terror, y los restantes, si
es que queda alguno, con nostalgia. Porque no hay que olvidar que si bien algunos, los
menos, se suicidaron aquel jueves negro, o el martes siguiente, otros consiguieron
acumular en sus manos, gracias a la bancarrota de los menos decididos o menos
avispados, las enormes sumas y reservas que dieron pie a los imperios posteriores. Fue
la época, en este sentido, de los Rockefeller, los Kennedy, los Morgan. Ellos, gracias a
lo que quizá a otros faltó, supieron evitar la imagen y triste experiencia de aquellos, los
más, que no tuvieron más remedio que entonar, por las calles de Chicago, de New York
o de Pretoria, el
Brother, could you spare a dime? (Hermano, ¿puedes darme una perra
gorda?)
o bailar el Danzad, danzad, malditos.
Hoy, incluso cincuenta años después, y con la perspectiva de la historia, es difícil situar
donde comenzó el principio del fin. Pero hubo algunos que, sin esa perspectiva, decían
ya el 5 de septiembre de 1929, dos días después de que el índice del Dow Jones
alcanzara su cota máxima, que un
crac terrible era inminente. Pero nadie hizo caso a
Roger W. Babson, el asesor financiero de una de las firmas inversoras en el mercado,
que alertó entonces del futuro inmediato.
Prácticamente, el inicio del gran
crac había comenzado meses antes. Alentados por la
fácil obtención de crédito a precios ridículos, el mecanismo de las compras a plazo y
una legislación poco clara y coherente, prácticamente todo ahorrador que se consideraba
inteligente invirtió su dinero, y el que no tenía, en la Bolsa. «Todo el mundo tenía a él
mismo y a su hermano metido en el mercado», recuerda hoy, con una temerosa
nostalgia, Edson Gould, que a sus 79 años dirige hoy todavía una empresa
norteamericana. Así se explica que, entre 1926 y finales de 1928, el industrial del Dow
Jones se cioblara y en sólo tres meses, los del verano de 1929, este índice subiera otro
25%. Para el 3 de septiembre, cuando alcanzó su cota máxima, estaba ya en 381 puntos.
Curiosamente, la fiebre por el mercado llegó a tal extremo (bastaba desembolsar tan
sólo un 10% del precio de la acción con un dinero que costaba únicamente un 10% al
inversor y un 5% al banco que acudía al Federal Reserve Board) que muy pocos
prestaron atención a las noticias sobre los indicadores económicos. Así, John Galbraight
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recuerda cómo, en medio del verano de 1929, los síntomas de la crisis eran alarmantes.
La construcción había descendido notablemente; la inversión en nuevas viviendas se
había dirigido hacía otros objetivos; los inventarios industriales continuaban creciendo,
hasta llegar a triplicarse de 1928 a 1929; el consumo, consecuentemente, se reducía y
pasaba de un 7,4% de incremento, entre el 27 y el 28, a un modesto 1,5%, entre el 28 y
29.
A mediados de 1929, los índices públicos sobre precios y producción mostraban datos
más que evidentes. La producción industrial alcanzó un récord histórico en el mes de
junio y comenzó a bajar, disparada, durante julio. El empleo se incrementó en julio,
pero comenzó a descender estrepitosamente semana tras semanas. Los precios al
consumidor también bajaban y ya metidos en agosto, el Fed no tuvo más remedio que
reforzar la tendencia deflacionista con un incremento en el tipo de interés básico
(
discount rate) del 5% al 6%.
Pero Wall Street hizo caso omiso de las señales de alerta. El 3 de septiembre, el índice
del DJ tocaba techo ignorando las medidas del Banco Central. General Electric, ATT,
US Steel, etcétera, continuaban aumentando el valor de sus acciones, en un ascenso
ininterrumpido de doce años seguidos, y las declaraciones de banqueros y agentes
alentaban aún más a seguir esta tendencia, muchas veces creyéndose su propia jerga de
que la vuelta atrás era imposible.
Y llegó el día del pánico
Hasta el 24 de octubre, el llamado jueves negro. Ese día, tras un mes casi entero de
pequeños reajustes, el Dow Jones perdió en una solajornada un 12% de su valor. El día
anterior, el mercado había conocido momentos de ansiedad y temor, pero el hecho de
que fuera una jornada en medio de tantas buenas, apenas tuvo impacto ese mismo día. A
la jornada siguiente, sin embargo, todo cambió. Las órdenes de ventas inundaron las
oficinas de los
brokers, el pánico invadió el edificio y sus autoridades incluso llegaron a
cerrar la galería de visitantes, la misma que horas antes había sido visitada por Winston
Churchill, el secretario del Exchequer británico, que añes más tarde llegaría a ser primer
ministro de su majestad.Durante el mediodía, una reunión de urgencia fue convocada en
la oficina de Thomas W. Lamont, de Morgan & Co. Cinco banqueros asistieron, entre
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ellos Charles Mitchell, del National City Bank; Albert H. Wiggin, del Chase National
Bank, y Seward Prosser, del Bankkers. Entre ellos totalizaban unos recursos de 6.000
millones de dólares.
Horas más tarde, hacía las 4.30 de la tarde, y cuando la fiebre del mercado parecía ya
incontenible, los reunidos se trasladaron a la sede central del Federal Reserve Board, de
Nueva York, una de las siete filiales del banco central norteamericano. Cada uno de los
asistentes, en representación de su institución, acordó inyectar cuarenta millones de
dólares en el mercado para rescatar las cotizaciones e impedir la repetición del colapso
que parecía amenazar a todos ellos y a la propia estabilidad del mercado. El anuncio fue
hecho por Richard Whitney, uno de los vicepresidentes del Morgan, que llegó hasta la
misma sala de la Bolsa y pujó por la compra de 25.000 acciones de US Steel. El
mercado pegó un estirón hacia arriba, pero insuficiente para compensar unas cifras
como estas: un récord histórico de 12.894.650 acciones intercambiadas, pérdidas por
valor de hasta un 12%, en términos globales, Y varias oficinas de agentes arruinados, lo
mismo que sus clientes.
El
New York Times, en un esfuerzo de imaginación o presión, recortaba la noticia a
cuatro de las ocho columnas de su primera página, pero aún todavía podría informar:
«El descenso más desastroso en la historia del mayor y amplio mercado de valores
azotó ayer el distrito financiero (de Wall Street). En la mitad del colapso, cinco de los
banqueros más influyentes se precipitaron a las oficinas del J. P. Morgan & Co. y
después de una breve conferencia entre ellos filtraron que, en su opinión, la base del
mercado es sólida, que el fallo del mismo se debe más a consideraciones técnicas que
fundamentales y que muchas acciones se están vendiendo a precios demasiado bajos.
( ... ) La caída fue una de las más amplias de la historia del mercado ( ... ) y fue llevada a
cabo por especuladores alrededor de todos los lugares del país. ( ... ) Las pérdidas
totales son imposibles de calcular adecuadamente. No obstante, se estima que han
podido totalizar miles de millones de dólares. El temor se apoderó de todos, grandes y
pequeños inversores. Muchos de ellos tiraban el papel en la mitad del mercado para
recoger el pocodinero que se les ofrecía...»
Al día siguiente, sin embargo, aquello parecía una conspiración. El Sistema Federal de
la Reserva, los cinco bancos más importantes, las firmas de agentes y pequeños
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inversores, funcionarios del Departamento del Tesoro, todos insistían en que la salud
del mercado era buena, que nada había pasado. Hasta el propio presidente Hoover se
comprometió: «La base fundamental del país, es decir, la producción y la distribución
de mercancías, se encuentra en un estado sólido y próspero.»
Las fuerzas se apacíguaron, la tranquilidad volvió al mercado y los precios incluso se
recuperaron. Pero sólo durante el fin de semana.
Después del jueves, el martes
El lunes, la situación volvió a las mismas que el jueves. Los bancos, temerosos de una
nueva repetición, comenzaron a protegerse de los agentes. Estos, de sus clientes, y éstos,
de sí mismos. Ese día, la General Motors perdió casi 2.000 millones de dólares en el
valor de su capital efectivo. A la jornada siguiente, el famoso
martes negro, día 29 de
octubre, festividad de los santos Narciso y Feliciano, el mercado estaba ya sin ningún
tipo de control. A las tres horas, ocho millones de acciones habían cambiado de manos.
Al cierre, el número se elevó a 16,4 millones. Esta cifra llegó a ser tan significativa que
tendría que llegar la guerra de Vietnam y la inflación subsiguiente para que, cuarenta
años más tarde, se sobrepasara la cantidad. Alguien quiso cerrar la Bolsa, pero los
directores decidieron, de mutuo acuerdo, mantenerla abierta al costo de unas pérdidas,
en sólo dos días, de 69 puntos en un Dow Jones que quedó a 230. En sólo cinco días, los
pequeños ínversores, los bancos y los agentes perdieron la ganancia de más de año y
medio de paciente acumulación.De las consecuencias, discusiones y causas técnicas
aparte, Estados Unidos y el mundo tardarían casi cinco años en recuperarse. La gran
depresión había comenzado, y a qué costo. En 1933, el producto nacional neto
norteamericano era, a precios constantes, un 50% inferior al de 1929, el desempleo
afectaba a un 25% de la población activa y la renta per cápita era, ese misnio año, la
misma que en 1908. En resumen: un salto atrás de un cuarto de siglo y un golpe
psicológico cuyo recuerdo hoy todavía levanta heridas en el mundo occidental.

TEXTO. EL DÍA EN QUE SE HUNDIÓ LA BOLSA

“Edward Stone, importante especulador bursátil, llegó a casa a las seis de la tarde del Jueves Negro. Con los ojos enloquecidos gritó a su hija Edith:
- No podemos conservar nada. No tengo ni un centavo. La Bolsa se ha hundido. Nos hemos quedado sin nada. ¡Nada¡ ¡Voy a matarme¡ Es la única solución. Tendréis el seguro...
Y echó a correr en dirección a la terraza (...). Un paso le separaba de la barandilla cuando Edith logró agarrarle un pie y retorcérselo hasta derribarlo (...). Entonces intervino la esposa, que le abofeteó repetidas veces y, al fin, Edward Stone empezó a reaccionar (...). Todo había pasado en menos de cinco minutos. Comenzaron a llegar los criados, a quienes hubo que decir que se había caído.
Al final, ya más calmado y en su habitación junto a su mujer e hija, logró contar lo ocurrido. Estaban en la más completa miseria. Ese día había perdido más de cinco millones de dólares.
Gordon Thomas. El día en que se hundió la Bolsa. 1984.

JM KEYNES. LAS CONSECUENCIAS.....



“Si lo que nos proponemos es que, por lo menos durante una generación Alemania no pueda adquirir siquiera una mediana prosperidad; si creemos que todos nuestros recientes aliados son ángeles puros y todos nuestros recientes enemigos, alemanes, austríacos, húngaros y los demás son hijos de del demonio; si deseamos que, año tras año, Alemania sea empobrecida y sus hijos se mueran de hambre y enfermen, y que esté rodeada de enemigos, entonces rechacemos todas las proposiciones generosas, y particularmente las que puedan ayudar a Alemania a recuperar una parte de su antigua prosperidad material. (...).
Si tal modo de estimar a las naciones y las relaciones de unas con otras fuera adoptado por las democracias de la Europa occidental, entonces, ¡que el Cielo nos salve a todos¡ Si nosotros aspiramos deliberadamente al empobrecimiento de la Europa central, la venganza, no dudo en predecirlo, no tardará.”
J. M. Keynes. Las consecuencias económicas de la paz. 1919.

LA QUIEBRA DEL CAPITALISMO: LA CRISIS DE 1929

3.-LA QUIEBRA DEL CAPITALISMO: LA CRISIS DE 1929
         3.1.- El crash de la Bolsa de Nueva York
·         Ya desde 1925 las cotizaciones de la bolsa de Nueva York ,Wall Street, subían sin cesar y acumulaban grandes beneficios. Banqueros, empresarios y particulares invertían en una actividad que ofrecía seguros y enormes beneficios.
·         Además, era fácil obtener créditos para compara acciones e invertir en bolsa, lo que provocó un gran aumento de la especulación. (la diferencia del alto valor de las acciones de las empresas en bolsa no se correspondía con su valor real mucho más bajo)
·         Los indicios de peligro estaban ahí, no obstante el proceso seguía en marcha: la bajada de precios de las materias primas, las dificultades económicas del Reino Unido, la producción industrial alemana estancada, así como la debilidad del comercio internacional…
·         El proceso:
·         A comienzos del 29 Wall Street se fue estancando. En agosto se determinó subir el precio del dinero como forma de regular el crédito invertido en bolsa, pero ya era tarde.
·         El jueves 24 de octubre se pusieron a la venta un número muy elevado de acciones, lo que provocó una caída de los precios que continuó durante dos días. Este día se conoce como “Jueves Negro” y marca el fin del alza incontrolada de los valores.
·         Los inversores pusieron a la venta sus acciones para así devolver los créditos pedidos, lo que provocó aun más el declive de la Bolsa.
·         Esto provoca el crash de la bolsa, en pocos meses el índice bursátil se hundió. El pánico se apoderó de los inversores que se lanzaron a vender sus acciones, lo que produjo una caída de los precios.
·         En dos años y medio el valor de las cotizaciones habían bajado una sexta parte de lo que tenían antes del jueves negro. Hasta el 33 no se comienza una lenta recuperación
3.2.- La crisis se extiende a otros países.
·         La crisis de la bolsa se fue extendiendo a los demás sectores de la economía, extendiéndose desde EEUU al resto del mundo.
·         La quiebra también fue financiera. Los bancos se encontraron con que sus inversores no podrían devolverlos créditos recibidos antes del crash y los ahorradores que querían recuperar su fondos. Muchos bancos no pudieron hacer frente a esta situación, precipitándose a la ruina. Millones de ciudadanos perdieron sus ahorros.
·         De la banca (sector financiero) pasó a la economía productiva. Como se paralizó la concesión de créditos y los bancos quebraron la industria no tenía quien la financiara y eso limita el consumo de la ciudadanía.
·         Las fabricas tuvieron que cerrar ante el descenso de la demanda y la imposibilidad de pagar materias primas, maquinaria o de que le concedieran pagos a cuenta.
·         La industria llegó a una situación de superproducción y almacenaje que ahogaba sus finanzas. La débil demanda facilitó la bajada de precios, los beneficios cayeron y muchas empresas tuvieron que cerrar.
·         El campo también sufrió la crisis: descenso de precios y de la demanda, así como la falta de créditos bancarios llevo a la ruina a miles de campesinos que no podían hacer frente a sus deudas.
·         La consecuencia más grave fue el aumento del paro, en pocos meses quedaron sin trabajo millones de trabajadores de todos los sectores. Del mismo modo, la demanda baja, y ello lleva a un descenso de la producción y a un agravamiento de los problemas.
·         La crisis llega a Europa entre el 30 y el 31. Los países más afectados son Austria y Alemania, debido a la repatriación de los capitales estadounidenses que precipitó el hundimiento de sus economías.
·         A final del 31 las quiebras bancarias afectaban a todo el continente: el Reino Unido devaluó su moneda, lo que arrastró a numerosas monedas con ella.
·         Caso aparte fue la URSS que al estar aislada económicamente del resto de países a causa de su régimen comunista no sufrió las consecuencias negativas de la depresión. Inmersa en sus Planes Quinquenales su crecimiento fue espectacular y fue objeto de estudio de muchos países atemorizados por la crisis. No obstante poco se conocía del coste humano de la dictadura estalinista.

INFLACIÓN, DEVALUACIÓN Y DEFLACIÓN

Inflación:
incremento generalizado de los precios de los bienes y de
los servicios a lo largo de un período de tiempo prolongado que produce
como consecuencia un descenso del valor del dinero y, por tanto, de su
poder adquisitivo
Devaluación:
Inflación se diferencia de la devaluación, dado que
esta última se refiere a la caída en el valor de la moneda de un país en
relación con otra moneda cotizada en los mercados internacionales, como
el dólar estadounidense, el euro o el yen
Deflación
: el fenómeno opuesto a la inflación, es decir, una situación
en la que tiene lugar un descenso global del nivel de los precios durante
un período prolongado; (
inflación negativa).


LAS CAUSAS DE LA CRISIS

2.- LAS CAUSAS DE LA CRISIS
         2.1.- Un crecimiento económico desequilibrado.
·         Los primeros síntomas se notaron en el mundo agrario: la guerra había elevado los precios, así como aumentado la productividad debido a la mecanización y el uso de abonos.
·         Ya en el 20/21 se produjo un descenso de los precios y las rentas agrarias. Fue un fenómeno mundial pero que afecto más a EEUU ya sus granjeros se habían endeudado para mejorar sus haciendas.
·         Los campesinos para frenar la caída de sus ingresos, aumentó la productividad, lo que hizo que los precios bajaran aún más. Esto también sucedió en el mercado de materias primas no agrarias, como las mineras.
·         Otro factor fue el desequilibrio entre el rendimiento entre los sectores clásicos y los nuevos. Los primeros estaban estancados mientras que los segundos habían crecido de forma espectacular. Una de las más afectadas es la industria textil europea.
2.2. Las dificultades del sistema monetario internacional.
·         A pesar de la prosperidad los signos de que la economía no funcionaba bien ya es estaban manifestando: entre ellos la inseguridad monetaria.
·         Este fenómeno era nuevo en el capitalismo: “la inflación” es decir la subida generalizada de los precios. Durante la guerra, la miseria, el desabastecimiento, junto con la emisión de moneda fueron los causantes de este fenómeno.
·         Cuando acaba la guerra, la necesaria reconstrucción y la atención a los gastos sociales de la contienda la mantuvieron. De esta forma se pidieron créditos a EEUU que en poco tiempo paso a ser el acreedor mundial.
·         Con la guerra la única moneda que seguía con un valor fijo en oro era el dólar, convirtiéndose en divisa internacional. Las restantes monedas entraron en un proceso de depreciación (disminución de su valor), por lo que las inversiones de capital se movían de un país a otro buscando la máxima rentabilidad. (especulación)
·         El ejemplo más claro de este proceso fueron los países de Europa central sobre todo Alemania (hiperinflación): el marco perdió su valor, el ahorro privado desapareció, por lo que no había capital para financiar las empresas

IMÁGENES: FELICES AÑOS VEINTE



Baile Charleston años veinte




"Cotton Club"


Banda de Jazz


Cartel publicitario





Cocó Chanel símbolo de la moda








Fábrica de Ford




Moda años 20


Moda años 20


Peinado de la época

















PUBLICIDAD DE LA ÉPOCA






LA CRISIS DE LOS AÑOS TREINTA

Tema 8: La crisis de los años treinta.
1.   LA EXPANSIÓN ECONÓMICA: “LOS FELICES AÑOS 20”
1.1.- El crecimiento económico de los años veinte.
·         El fin de la GM dio paso a un período de reconstrucción, crecimiento y dinamismo económico sobre todo en industria y el sector empresarial.
·         Todos los gobiernos estaban convencidos de que se podía recuperar la prosperidad económica anterior a la guerra. En 1922 se entró en un proceso e gran crecimiento, debido a la recuperación de Francia o Alemania.
·         Los años 20 acentúan el declive británico, cuya economía se basaba en sectores ahora antiguos como el textil y la siderurgia
·         La guerra había provocado un espectacular desarrollo de la economía norteamericana que paso a ser 1º potencia mundial. También hay que destacar el crecimiento que experimenta Japón.
2.2.- La industria motor del desarrollo
·         El crecimiento económico se produjo en los nuevos sectores industriales:
o   Automóvil sobre todo en EEUU que “tiraba” a otros sectores como la siderurgia, la extracción de petróleo, la petroquímica, el vidrio y los neumáticos.
o   Industria eléctrica, usada ya a nivel domestico, hizo crecer también el uso de la radio, el teléfono y el motor eléctrico.
o   Industria química, con neumáticos, abonos, productos farmacéuticos y derivados del petróleo.
o   Industria aeronáutica con un uso civil.
·         Se produjo también un gran cambio en el consumo energético, aunque el carbón seguía siendo la principal, aumenta el consumo de petróleo y electricidad.
1.3.- La intensificación de la producción.
·         La producción industrial se debe a la aplicación de las nuevas formas de organización del trabajo en las fábricas.
·         El taylorismo basaba su filosofía en la eliminación de los “tiempos muertos” en las cadenas de producción y en su automatización máxima
·         Como continuidad de esta idea se introdujo en las fabricas conceptos como trabajo en cadena, cronometraje y especialización en una tarea.
·         Estos nuevos sistemas aumentaron de forma espectacular la productividad. Las empresas aumentan sus beneficios y los consumidores obtienen productos más baratos.
·         El consumo aumenta debido a la reducción de precios, a la publicidad y a la aparición de la venta a crédito.
·         También se incrementa la concentración empresarial iniciada en la II Revolución Industrial.